Si eres de los que prefiere el auténtico sabor de la gastronomía mexicana y has probado sus tamales, no te pierdas la receta que hemos decidido compartir en esta ocasión, pues se trata nada más y nada menos que de tamales oaxaqueños.
Básicamente podemos decir que en México se le denomina tamales oaxaqueños a cualquier variedad de tamales elaborados con harina de maíz y envueltos en hojas de plátano.
Sin embargo, en realidad esto es porque la receta se ha popularizado grandemente, pero los auténticos tamales oaxaqueños, como su propio nombre sugiere, son tradicionales del estado del Oaxaca.
Los hay de muchas variedades, hechos con relleno de pollo, chile de ajo, flor de calabaza, queso y otros tipos de carne.
Sin embargo, todos tienen su atractivo y no importa la variedad que elijas, con certeza serán del agrado y la complacencia de todos.
En esta ocasión, hemos decidido compartir la receta de tamales oaxaqueños de pollo, pues resulta una variante muy económica. Además, la combinación de resultará en una experiencia de lujo hasta para los más exigentes comensales.
Uno de los trucos que puedes emplear para la elaboración de tus tamales oaxaqueños consiste en omitir el paso de asar las hojas de plátano, pues a algunas personas les resulta un tanto difícil.
Si este es tu caso, puedes simplemente sumergirlas en agua hirviendo unos segundos. Recuerda que la idea es que las hojas se tornen blandas y flexibles para que no se rompan y puedas doblarlas bien a la hora de armar tus tamales.
Si deseas que no pierdan la forma y no se derrame el contenido que tienen en el interior, puedes separar de la misma hoja de plátano una tirilla larga, y amarrarlos sin hacer mucha presión en el centro.
Si no tienes una vaporera en casa, la buena noticia es que puedes cocerlo igualmente en una olla de presión en baño María.
También recuerda que si no logras conseguir la margarina sin sal, puedes usar manteca y hacer el mismo procedimiento.
Este plato es considerado en México un antojito, por esto, muchas personas los consumen acompañado de un atole, un chocolate caliente o un champurrado.
Los que prefieren las bebidas también lo pueden consumir junto a un trago de mezcal.
No obstante, el tamal puede llegar a ser tan versátil y variable, que su presencia en medio de la cena o el almuerzo no sorprendería a nadie.
En este sentido lo puedes servir junto a poco de arroz y frijoles, o acompañado de una ensalada fresca.
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