¿Has preparado pozole verde? ya no debe resultarte novedoso escuchar hablar del pozole porque hemos compartido su receta en otras ocasiones.
Es
muy importante resaltar que de este sencillo y apetitoso platillo existen
muchas y muy variadas recetas.
La
propuesta de hoy la vamos a dedicar al pozole verde, una preparación igual de
fácil, cómoda y nutritiva que las anteriores.
Además,
igualmente lo puedes emplear en una fiesta de celebración nacional, de fin de
año, o para una celebración especial en familia.
Con
esta propuesta de pozole verde no solo lograrás satisfacer a los más exigentes
comensales, sino que además, estarás asegurándote de cubrir las necesidades
nutricionales de los que te rodean.
¿Cómo hacer pozole verde?
Al igual que en otras variedades de este plato, el pozole verde resulta ser una elaboración muy sencilla que puedes preparar en la cocina de la casa.
Sin
embargo, esta variante requiere que pongas en práctica un truco muy importante
para que logres una victoria definitiva en la preparación.
Una
vez que has colocado a hervir el tomate verde para la preparación de la salsa,
no olvides retirarlo del fuego en cuanto cambie de coloración, esto debe
demorar entre 3 y 5 minutos, de lo contrario, la cáscara podría rasgarse y la
salsa quedaría con un sabor ligeramente amargo.
Para la elaboración de pozole lo primero que debes preparar es el caldo. Para ello, lava bien el maíz hasta que obtengas un agua clara y transparente.
Luego vierte el agua, la cebolla, el ajo, el maíz limpio y la carne en una olla grande y coloca al fuego.
Este paso es el más demorado de la preparación, puesto que debes dejar hervir hasta que la carne esté completamente blanda y se separe con muchas facilidad del hueso.
Una vez listo, separa la cebolla, el ajo y la carne y disponte a deshebrar esta última. Reserva.
Ahora puedes preparar la salsa que dará el color verde a nuestro pozole. Para ello incorpora el tomate y el chile en un recipiente y adiciona el agua.
Coloca al fuego y cuando comience a hervir espera entre 3 y 5 minutos hasta que los tomates cambien un poco su color hacia un verde más claro.
Finalmente adiciona esta preparación a la licuadora y añade el ajo, la cebolla, el cilantro, el epazote, la espinaca y el chile poblano. Licúa hasta que los ingredientes se integren completamente.
Adiciona el aceite a un sartén y cuando esté caliente, vierte la preparación que tienes en la licuadora, deja cocer por 10 minutos y mueve constantemente para que no se pegue.
Antes de retirar del fuego recuerda sazonar con sal y pimienta al gusto.
Una vez lista la salsa, adiciónala al caldo que preparaste. Puedes ayudarte de un colador para lograr una textura mucho más suave.
Adiciona también la carne que deshebraste y coloca al fuego para que todos los ingredientes se mezclen bien.
Cuando suelte el primer hervor, baja la intensidad del fuego y deja cocer por aproximadamente 10 minutos. Rectifica el punto de sal.
Retira y sirve en un plato hondo. Puedes decorar con rabanitos, unas hojas de lechuga, ruedas de cebolla, tiras de aguacate y/o añadir algunas gotas de zumo de limón.
Otra opción es acompañar con unas sabrosas tostadas de maíz.