Comida Mexicana

El pipián rojo es una salsa de consistencia semiespesa muy conocida y empleada en diversas culturas culinarias.

Básicamente se prepara con chiles y semillas tostadas molidas. Su popularidad y aceptación es tan grande, que también se vende en forma de pasta o en polvo en los mercados para comprarla ya hecha y solo agregar el caldo.

Es verdaderamente una salsa sumamente exquisita y nutritiva con la que podrás enriquecer y combinar un sinnúmero de elaboraciones y platillos.

Aunque su elaboración adquiere diferentes matices en dependencia de la región donde se prepara y se consume, hoy te traemos una de las propuestas más tradicionales y que podrás usar, para el momento que prefieras.

¿Cómo hacer pipián rojo?

Preparar esta deliciosa salsa o pipián rojo es un procedimiento sumamente sencillo. Solo respeta el tiempo de asado de los ingredientes para evitar que se quemen y la salsa resultante adquiera un sabor amargo.

Para llevar a cabo el tostado de las semillas te recomendamos comenzar por las más grandes y luego seguir en este orden de tamaño, es decir, primero tuesta los cacahuates, luego las semillas de calabaza y por último el ajonjolí.

Cuando viertas el contenido de la licuadora en el sartén, asegúrate que tiene el espesor indicado, si lo notas demasiado espeso, puedes agregar media taza de agua o de caldo de carne.

Si por el contrario ha quedado muy caldoso, basta con dejar unos minutos más en el fuego para que espese.

¿Con qué servir el pipián rojo?

Como ya te comentábamos, el pipián rojo es una salsa muy versátil que puedes usar para enriquecer casi todos los platillos que elijas.

Su combinación con la carne de pollo te garantiza un resultado sin precedentes. También puedes servirlo con carne de pavo, de res o de cerdo.

No obstante, hay quienes prefieren la compañía del pipián rojo para enriquecer un arroz con verduras, una ensalada de vegetales, unos deliciosos tamales o simplemente para servir sobre sobre unos huevos duros.

¿Cómo conservar el pipián rojo?

Otra de las grandes bondades que nos ofrece esta salsa es precisamente sus facilidades de conservación.

En este sentido, puedes embazar en frascos con cierre hermético la cantidad que no vas a consumir y congelar hasta que las necesites.

Solo asegúrate de respetar el tiempo de descongelación y de no congelar y descongelar varias veces el mismo frasco.