Comienza precalentando el horno a 180 grados. Corta entonces las papas ya peladas en rebanadas de aproximadamente 5 cm de grosor.
Coloca todas las ruedas de papas en una fuente y esparce por encima el aceite de oliva. Sazona con sal y pimienta.
Coloca en el horno las papas y deja hornear por unos 10 minutos aproximadamente. Recuerda voltearlas con frecuencia para que se horneen por ambos lados.
Mientras las papas se hornean, bate en un recipiente el huevo con la leche y la crema. Agrega sal, pimienta y la nuez moscada.
En un molde para pastel, baña el fondo y los bordes con mantequilla y cubre todo el fondo con las rebanadas de papa.
Coloca también algunas rebanadas de papa paradas de forma que queden recostadas de los bordes del molde.
Ubica sobre el fondo de papas las ruedas de jamón y esparce un poco de queso rallado. Luego vuelve a colocar más ruedas de papas, más jamón y más queso; repite este procedimiento hasta que hayas agotado los ingredientes o se haya completado el molde.
Una vez listo, esparce sobre todo el pastel la preparación de huevo con leche y crema y termina con una capa de queso rallado que cubra todo el pastel.
Coloca al horno durante unos 35 o 40 minutos. Pasado este tiempo, retira del horno y deja refrescar, saca el pastel del molde y coloca una vez más en el horno, ahora por unos 10 o 15 minutos para que tome una coloración dorada.
Deja refrescar una vez más y decora con las hojas de perejil.