Lo primero que necesitamos preparar son las tortillas. Para ello, adiciona en un recipiente la harina, el aceite y la sal, y mezcla bien.
Una vez integrados los ingredientes comienza a adicionar poco a poco el agua y mueve para que se integre. Es necesario que te ayudes de las manos.
Una vez mezclados todos los ingredientes tendrás como una especie de masa. Divide la masa en 5 porciones iguales y redondéalas haciendo movimientos circulares con ambas manos.
Posteriormente, coloca al fuego un sartén y ubica una olla o recipiente cuyo fondo tenga un diámetro menor al sartén y cubre el fondo de grasa.
Antes de comenzar a cocinar las tortillas, coloca la olla sobre el sartén para que el fondo de la misma alcance una temperatura bien caliente.
A continuación, coloca en el sartén una de las bolitas hechas con la masa y rápidamente aplástala con la olla que tenías preparada.
Deja cocinar durante dos minutos y luego retira la olla. Puedes dejar un rato más las tortillas e incluso darle vuelta para que se cocine por ambos lados.
Repite este paso hasta que hayas cocinado todas las tortillas. Una vez listas, adiciona sobre cada una loncha de queso y dóblalas por la mitad mientras aún están calientes.
Cuando las hayas preparado todas, colócalas nuevamente en el sartén para lograr que el queso se funda completamente.
Se sirve caliente.