Comienza preparando la masa para tortillas. Agrega la harina, la sal, el aceite y el polvo de hornear en un bol grande y mezcla bien empleando una cuchara.
Cuando estos ingredientes estén bien integrados, vierte una cantidad de agua y mezcla con las manos.
La masa resultante debe ser suave y fácil de manejar, no debe quedar pegajosa, así que adiciona el agua poco a poco hasta que obtengas la consistencia deseada.
Toma entonces una pequeña porción de la masa y usando las manos forma una bolita. Aplástala con una prensa y colócala sobre el sartén bañado en aceite al fuego por dos minutos de cada lado.
Retira y reserva hasta que tengas listo el relleno.
Para ello, comienza lavando bien los champiñones y laminándolos finamente. Haz lo mismo con el ajo y la cebolla.
Coloca un sartén al fuego y agrega el aceite. Cuando esté tibio, agrega los champiñones, el ajo y la cebolla y sofríelos bien. Adiciona sal y pimienta al gusto.
Toma entonces una tortilla y añade en su centro una porción de este relleno y otra de queso rallado.
Dobla la tortilla por la mitad y séllala bien con tus dedos por todo el borde. Coloca en el sartén por ambos lados hasta que el queso se funda. Disfruta caliente.