Lo primero es preparar nuestro caldo. Para ello agrega el agua y la pieza de pollo en un recipiente y coloca al fuego durante aproximadamente 30- 40 minutos hasta que la carne esté suave y se desprenda fácilmente del hueso.
Puedes hacer uso de una olla exprés y reducir el tiempo de preparación del caldo. Si te decides por esta opción, cuando la olla comience a silbar, espera unos 20 minutos y retira del fuego.
Una vez listo el caldo, retira la carne y resérvalo.
Añade los jitomates, 1 chile pasilla, la cebolla y el ajo a la licuadora y licúa.
Adiciona una cucharada de aceite al sartén y cuando esté caliente, vierte sobre él la mezcla que acabas de licuar a través de un colador.
Adiciona la rama de cilantro y deja hervir por un par de minutos. Cuando esté listo adiciónalo al caldo que preparaste previamente.
Agrega el epazote y coloca al fuego. Deja hervir durante 15 minutos para que todos los sabores se mezclen. No olvides sazonar con sal.
A continuación, adiciona el aceite en un sartén y coloca a fuego alto. Comienza a freír bien las tiritas de tortilla hasta que estén doradas y crujientes.
Cuando las retires, colócalas sobre un papel absorbente para retirar el exceso de grasa.
En el momento de servir, distribuye las tiritas de tortillas fritas en los platos y adiciona el caldo. Has este paso justo antes de consumir la sopa, para garantizar que las tortillas se mantengan crujientes.
Finalmente, sirve con trozos de aguacate y/o queso en cubos. El chile pasilla restante también lo puedes cortar en tiritas y esparcir encima de cada plato.
Algunos prefieren añadir unas gotas de zumo de limón, que combina muy bien con el toque picante de la preparación.