Sofríe los chiles en un sartén a fuego medio durante 5 minutos.

Para hacer el adobo, licue los chiles, la pimienta y los ajos, utilizando la misma agua donde puso a ablandar los chiles.

Coloque la carne en una olla y adóbala usando sal y el licuado del paso anterior, guárdela en el refrigerador durante 12 horas.

Pasado este tiempo coloque la olla al fuego y añada suficiente agua, la cebolla, el tomillo, los clavos de olor, el jengibre, el orégano y las hojitas de laurel.

Cubre la olla con papel de aluminio y deja cocinar durante 2 horas y 45 minutos.

Al cabo de este tiempo verás como la carne queda suave, jugosa, muy fácil de picar, estando lista para disfrutarla.