Primeramente debes preparar el caldo. Para ello adiciona el agua y la pieza de pollo en un recipiente y coloca al fuego hasta que la carne este blanda y bien cocida.
Para este paso puedes hacer uso de una olla exprés, si te decides por esta opción agrega los ingredientes a la olla y coloca al fuego. Cuando comience a silbar baja el fuego y espera 20 minutos. Retira y reserva.
Mientras el caldo se prepara, puedes ir pelando las mazorcas de maíz, o sea, retira y deshecha todas las hojas que la cubren.
Posteriormente apoya la mazorca en una bandeja o cualquier recipiente plano y con la ayuda de un cuchillo, corta todos los granos desde arriba hasta abajo a lo largo de la mazorca.
Una vez desgranado el maíz, coloca una cacerola a fuego medio y añade la mantequilla. En lo que esperas que la mantequilla se caliente, pela y corta los ajos.
Una vez caliente, agrega a la cacerola la cebolla cortada y el ajo. Sofríe por unos 3 o 4 minutos, pero ¡ojo!, no dejes que se doren.
Posteriormente añade el maíz y continúa sofriendo un poco más. Luego añade el caldo que preparaste.
Sube la temperatura a fuego medio- alto hasta que comience a hervir y luego vuelve a bajar la temperatura y deja cocer hasta que el maíz se ablande completamente.
Para culminar, agrega en un recipiente la harina y la leche, revuelve bien hasta que no queden grumos. Cuando estén bien mezclados adiciona a la licuadora.
Incorpora también la preparación del maíz en el caldo y licúa bien hasta que tome una consistencia suave y cremosa.
Devuelve este licuado a la cacerola y sazona con sal y pimienta.
Cocina una vez más a fuego medio. Revuelve constantemente para que no se pegue y verifica el espesor que prefieres.
Luego de pasados entre 5 y 8 minutos, retira del fuego y sirve en tazones o platos hondos. Puedes decorar con algunos granos de elote cocidos, chiles Poblanos o si prefieres, con cuadritos de queso.