Comienza lavando bien bajo el grifo la pierna de cerdo, pasa la mano para asegurarte de que retiras cualquier suciedad que se haya adherido.
Seca bien, y con un cuchillo, haz marcas sobre la piel a la altura de la grasa que cubre la carne y voltea la pierna hacia la parte que tiene menos piel, repite el procedimiento haciendo por varios lugares pequeñas cortaduras de poca y mediana profundidad.
Esparce sal por toda la pierna de cerdo.
Enciende el horno para que vaya precalentando a 180 grados y adiciona a la licuadora el ajo previamente pelado, la cebolla cortada, el comino, la pimienta, el orégano, el aceite, el zumo de naranja y el vinagre. Licúa hasta obtener una especie de salsa homogénea.
Acomoda entonces la pierna de cerdo en un refractario para horno y vierte sobre ella el contenido que acabas de licuar.
Haz este procedimiento de forma lenta, asegurándote que toda la pierna quede dañada y que el adobo se introduce bien en las incisiones que habías hecho antes.
Cubre todo con papel aluminio y coloca en el horno. Cada 30 o 40 minutos, revisa que el proceso de horneado marche bien, en este caso puedes bajar o subir la temperatura según consideres.
Si consideras que es necesario, voltea una vez la pierna para que se hornee de forma uniforme por ambos lados.
Una vez lista, retira del horno y deja enfriar unos 20 minutos. Corta la carne y disfruta.